sábado, 4 de junio de 2011

“Cinco minutos de gloria” de Oliver Hirschbiegel

Por  Diana Paulozky

Entre la culpa y el perdón. Así podría llamarse este excelente film situado en la lucha de Irlanda del Norte. Allí tiene lugar el acontecimiento, un crimen producto de la lucha entre protestantes y católicos. Lo que cuenta es que, pasados más de 30 años, el asesino y el hermano de la víctima se encontrarán en un programa de TV, llamado: “Verdad y reconciliación”. Sabemos que ambos son imposibles. La verdad no existe como tal; y hay algunos hechos que son imperdonables y que no admiten reconciliación alguna.
La película muestra cómo mayormente se mata por razones personales, adolecentes e insensatas y fundamentalmente sin medir las terribles consecuencias que estos actos conllevan. Es por ello, que el agresor intenta redimirse trabajando en grupos de autoayuda y alertando sobre la entrada de los jóvenes a sectas o grupos ideológicos que lavan el cerebro.
Por otro lado, la víctima, el hermano que carga no sólo con  la terrible escena, sino con el peso de  la culpa que su madre marcará para siempre. Es ella la verdadera razón de su condena y su odio.
Hay un tercer protagonista: los medios de comunicación, que intentarán ponerlos a ambos en objetos de consumo. Ese ojo que lo quiere saber todo, con una decisión y morbosidad sin miramientos. Ese ojo que mira sin mirar.
Dicen que el tiempo cura las heridas. Nada más engañoso. No sólo que no cura, sino que acrecienta el dolor con el que se aprende a convivir. Es necesario otro tipo de abordaje que no objetive, sino que tome en cuenta al sujeto en tanto tal. La película abona esta idea y lo demuestra.


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