miércoles, 11 de abril de 2012

Comentario de “Habemus Papa”

Ya que estamos en época de pascuas, me parece muy atinado comentar el film de Nanni Moretti.
Si bien “Habbemus Papa” no toca la estructura de la Iglesia, como en  “Las sandalias del pescador” con Antony Queen; o la película de M.Beloquio, “La hora de la religión”; hay que decir que Nanni Moretti la muestra y la muestra bien.
 Con una estética cuidada que reproduce la Capilla Sixtina  en los estudios de Cinecitá, el director utiliza el tema de la elección del Papa para tratar el tema de ser el Uno, el peso y la responsabilidad de ser ‘el elegido’.
Los nombres son importantes nos dice el personaje del psicoanalista,  y no es casual que el Papa en cuestión se llame Mellville, como el autor de Bartebly, el escribiente que inventó la fórmula del “Preferiría no hacerlo” para responder a una sociedad aplastante que no lo diferenciaba.
El Papa también inventa una respuesta: “No estoy a la altura”- dice- y es en ese punto que Moretti nos muestra una diferencia universal: estar a la altura de la norma o estar a la altura del deseo.
El marco no es cuadro; la norma no es el deseo. La norma define el sentido, aunque sea un sentido vacío.  Hay una escena maravillosa y es justamente,  la ventana enmarcando el vacío. Allí, no hay nadie que pueda habitarlo aún. El hábito no hace al monje! Ni a nadie que intente vestirlo. Se trata de hacerse cargo con responsabilidad.
Esto también vale para el psicoanalista, actuado por el propio Moretti, que por ser el mejor queda solo en su matrimonio, y encerrado en esos muros papales, sin conexión.
Hay en el film una crítica al psicoanálisis clásico, al que pregunta por el padre, por el Edipo, sin apuntar al sujeto de deseo.
“Todo cambia”- suena en la voz de Mercedes Sosa.
Todo cambia, digo, también para el psicoanálisis, que ya no utiliza la historia, sino un real que no tarda en hacerse escuchar a través de los síntomas.

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